El City está de luto tras conocer la muerte de Bernard Harold, su presidente vitalicio tras más de cuarenta años de servicio como secretario: “El alma del club”, aseguran quienes le conocían. Un hombre querido en Manchester, reconocida su pasión por el campeón de la Premier desde que fuera como hincha al viejo y desaparecido estadio de Maine Road durante las décadas de los 50 y los 60. A los 13 años empezó a trabajar para el club y con el tiempo pasó a ser el delegado.

Un día triste en la institución celeste, que ha reaccionado a la noticia: “Se entregó al City durante varias décadas y fui privilegiado por conocerle. Su profunda sabiduría del club es incomparable y su entusiasmo contagioso. A pesar de su delicado estado de salud, era habitual verle paseando por las instalaciones de la ciudad deportiva. Sintió el club como nadie más y abogó por nuestros intereses hasta el final”, explica Khaldoon Al Mubarak, presidente del City.

Guardiola también ha reaccionado a la muerte de Bernard Halford: “Fue un privilegio conocerle y hablar sobre fútbol. Su conocimiento de la entidad era enorme. Dedicó toda su vida al juego, pero especialmente al City y fuimos afortunados por ello”, apuntó el técnico catalán. Un reconocimiento parecido al de Mike Summerbee, que aseguró que “fue una persona que sirvió con honradez al City durante toda su vida”. Hasta tal punto que Halford es el único que sin ser jugador entró en el salón de la fama del club en 2006.