Se la jugó Maurizio Sarri con la vuelta del desterrado Kepa a la titularidad apenas una semana después de su ya famoso rifirrafe… y le salió bien. El Chelsea se impuso a un buen Fulham gracias a los tantos de Higuaín y Jorginho y, sobre todo, a las paradas de Kepa Arrizabalaga.

El conjunto blue se encontró un buen Fulham, que atacó con criterio y apenas concedió ocasiones atrás, mucho más de lo que se deberías esperar de, a priori, un equipo de la parte baja de la clasificación. Sin embargo, la diferencia entre haberse llevado el partido y un empate -o una derrota- fue la actuación del meta español.