El plantel de Defensor Sporting ya está en Guayaquil, instalado en el hotel Oro Verde, a la espera del partido de vuelta que jugarán mañana frente a Barcelona por la Copa Sudamericana.

La revancha no deja de ser extraña por el reclamo de puntos que realizaron los violetas por la situación del volante de Barcelona Sebastián Pérez. La resolución de la Conmebol saldrá en la presente jornada o incluso puede llegar a conocerse recién mañana antes del partido. Esto haría cambiar la planificación del técnico Jorge Da Silva a último momento, porque una cosa es llegar al partido habiendo perdido 2 a 1 en la ida, que hacerlo con una victoria por 3 a 0 como marca el reglamento cuando se ganan los puntos.

Los futbolistas violetas no quieren tener en cuenta esta posibilidad y sólo piensan en dar vuelta las cosas para clasificar. “Estamos con muchas ganas, por más que sabemos que va a ser difícil”, dijo Martín Rabuñal. “Nos enteramos hace unos días, pero tratamos de no tenerlo mucho en cuenta para planificar el partido. Es cosa de los dirigentes, nosotros no podemos distraernos. Además, si la resolución es favorable a nosotros, ellos van a salir furiosos a jugar”, afirmó Rabuñal.

Justamente, “Tincho” no cree que Barcelona sea un equipo de temer. “Es un equipo vertical, más vertical que Bolívar por ejemplo. Tiene buenos jugadores de mitad de cancha hacia adelante, pero cometen algunos errores en defensa, que tenemos que aprovechar. Es un rival difícil, pero tampoco son algo temible. Se les puede ganar”.

“Estamos al tanto de lo de los puntos, nos lo comunicó el ‘Polilla’ el otro día. Y después a nivel de la prensa, los amigos y las redes sociales, estaba todo el mundo con el tema. Pero entre nosotros sólo nos enfocamos en ir a ganar el partido en la cancha. Con nuestras armas. Lo del fallo puede salir a favor o en contra. Vamos a jugar como lo hicimos en La Paz con Bolívar. A intentar pegar en los momentos justos y hacernos fuertes para conseguir la victoria. Esta en nosotros hacer un gran partido”, afirmó el “Coto” Nicolás Correa.