Días atrás cuando se conoció que Hernán Darío Gómez seria el Nuevo DT de la selección de Ecuador, se pudo palpar un rechazo general a su contratación de parte de la prensa y de la afición futbolera.

Si bien es cierto que no era el momento de contratar un nuevo Cuerpo Técnico debido a las próximas elecciones de la FEF para el próximo enero, considero que no hay suficientes
razones para ver con tan malos ojos su llegada. Es más considero que existen al menos cinco motivos de peso para estar optimista y son los siguientes:

  1. Bolillo Gómez tiene en su palmares tres clasificaciones mundialistas con tres selecciones distintas. Dos de ellas, Ecuador y Panamá, por primera vez en su historia, lo cual tiene una enorme valía. Pregunto: ¿Cuántos entrenadores en el mundo se pueden jactar de tener semejante registro?
  2. Bolillo conoce a fondo el fútbol ecuatoriano, entiende su idiosincrasia. Te puede gustar o no su estilo pero es indudable que su discurso le llega a nuestros futbolistas.
  3. Una de sus fortalezas es ser conciliador, es un hombre probado uniendo grupos, y hoy por hoy es lo que mas falta nos hace.
  4. Bolillo es el responsable no solo de nuestra primera clasificación al Mundial, sino que también es acreedor de realizar la mejor participación de la historia de Ecuador en las Eliminatorias, siendo segundo con 31 puntos para la de Corea-Japón 2002, solo por detrás de la fenomenal Argentina de Bielsa.
  5. Sabe sacarle provecho a la altura. Tema fundamental para que Ecuador pueda pelear una clasificación al Mundial. Históricamente nosotros logramos clasificar cuando se sacan la mayor cantidad de puntos en condición de local. Quito es nuestro fortín.

Muchos piensan que Bolillo no era el indicado porque consideran que Ecuador necesita de
otra doctrina o fórmula para dar el ansiado salto de calidad. Pero pregunto yo, ¿Quién garantiza que con otro DT Ecuador podrá darlo? No nos olvidemos de que es lo que somos como fuerza futbolística, tenemos un solo jugador en la elite mundial (Valencia).

No esta mal querer superarse pero seamos objetivos, antes de pensar en hacer un gran Mundial primero hay que clasificar, y si bien nada ni nadie puede garantizar éxito, creo que con Bolillo al menos se reduce el margen de error.

¿Y ustedes como ven el vaso? ¿Medio vacío o medio lleno?

Escrito por: Ricardo Péndola (@rpendola).