Ya Hernán Darío Gómez fue confirmado como el próximo DT de la Selección Ecuatoriana tras dejar a Panamá y ahora tiene un nuevo reto con un país que está dolido por la forma en como nos quedamos afuera de la fiesta en Rusia.

Sin dudas que la llegada del estratega es la última gran bala de un directorio de la FEF necesitado de resultados positivos de cara a las elecciones de enero pero más allá de esto, el Bolillo tendrá una dura tarea: convencer al aficionado.

En varios sondeos que se han realizado en las redes sociales indican un fuerte porcentaje en contra de la llegada del DT  cafetero por distintos motivos. Varios de ellos (entre hinchada, gente del fútbol y varios periodistas) señalan que quizá sus ideas estén caducas para unas eliminatorias tan complicadas como las de CONMEBOL.

Entre las cosas que se podría hacer para ayudar al Bolillo es darle unas pautas para ver por donde empezar. El primero sería una evaluación integral de los jugadores que saben que podrán estar a plenitud durante todo el proceso, que no existan «roscas» o problemas minúsculos.

Otra de las cosas que se le pide es rejuvenecer o refrescar con varios elementos porque habría que ver si jugadores como Cristhian Noboa y Antonio Valencia llegarían a un eventual mundial a buen ritmo.

La opinión pública pide un proceso serio, bien planificado a futuro, algo que ya se ha visto en otras selecciones y que han tenido un gran desempeño, que se asocie mucho con las inferiores.

Volver a hacer que la gente crea en la selección es la tarea más titánica tras el descalabro surgido en la anterior eliminatoria. En ese punto si se podría aplicar su faceta de motivador pero así mismo que tenga clara una idea de juego.

Son cosas que al principio serán muy difíciles pero sólo el tiempo y los resultados dirán si el Bolillo fue la mejor opción ante la necesidad de refundación que tiene la selección.