En el ascenso del fútbol paraguayo se dio una acción completamente bochornosa cuando los aficionados de Sol de Mayo, que jugó contra Teniente Castro de visitante en un encuentro que terminó con victoria de los locales por 2 goles a 1, agredieron al árbitro del partido.

Los aficionados del equipo visitante no coincidieron con la actuación de Jorge David Roa Ayala, que fue el encargado de dirigir el encuentro, y una vez finalizado el partido se acercaron para agredirlo y el colegiado no tuvo otra opción que agarrar un paraguas para defenderse.

Además solo contaban con dos policías que no pudieron hacer nada para que los árbitros no fueran agredidos.