En una extensa entrevista para Diario El Telégrafo, Cristian Mora volvió a recordar el que hace poco fue un muy difícil momento donde su vida estuvo en serio riesgo al hallarse un tumor en la zona del cerebelo que lo obligó a dejar el fútbol.

Lo bueno es que todo ha salido muy bien y el ex arquero de la selección ecuatoriana se encuentra tranquilo en el entorno familiar, en medio de este diálogo recordó su paso por la selección en el Mundial de Alemania 2006 cuando fue parte del plantel tricolor que llegó a una fase histórica, los octavos de final ante Inglaterra.

Precisamente en dicho partido llegó el gol inglés que nos eliminó de la competencia por un tiro libre del especialista, nada más ni nada menos que David Beckham. Algunos todavía creen que Mora pudo haber hecho más en esa acción.

«En mi conciencia tengo claro que no tuve la culpa. Yo vi la pelota al pasar la barrera. Tenía tantos compañeros y rivales ingleses delante mío que nunca pude ver el balón en el momento en que Beckham lo pateó. Él ya había ejecutado dos tiros libres antes del gol que salieron desviados. Pero el tercero no lo pude alcanzar, topé la pelota, pero no llegué, todo ocurrió en cuestión de segundos. Y eso que yo había estudiado su pegada. Había visto videos y mis compañeros trataban de pegarle como él después de los entrenamientos» explicó Mora que también reveló la charla que tuvo con Beckham tras el encuentro: «Que había hecho una buena estirada y que si daba un pasito más quizá no era gol y la historia del partido habría sido distinta. Es lo que le alcancé a entender. Felicitó a todo el grupo», dijo.

Además reveló que en aquella Copa del Mundo usó calentadores más que todo por una lesión grave tras un entrenamiento en LDU Quito a semanas del torneo donde asegura que se le rompieron los meniscos: «Jugué el Mundial de Alemania lesionado. Tenía una rotura de meniscos. Los cuatro partidos los jugué infiltrado. Dos días después de retornar al país me operé y estuve tres meses alejado de las canchas».

Además dijo que el técnico de ese entonces (Luis Fernando Suárez) lo llevó pese a la lesión: «Fue él mismo quien decidió convocarme, pese a la lesión. Antes de los entrenamientos me vendaba la rodilla y calentaba bien para no sentir dolor. Y antes de cada partido del Mundial me infiltraba. Por eso tapaba con calentador, rodilleras y vendas.