El choque entre Inglaterra y Suecia por cuartos de final del Mundial de Rusia 2018 tuvo un protagonista muy particular dentro del campo de juego. Pese a la buena actuación de Jordan Pickford o Raheem Sterling, Bjorn Kuipers se llevó las miradas por su historia laboral paralela al arbitraje.

El holandés de 45 años podría ser el más rico del mundo, producto de su actividad extra futbolística. El oriundo de Oldenzaal posee una cadena de supermercados en su país con la que gana millones de dólares.

Árbitro internacional desde el 2006, Kuipers se hizo un lugar en la élite del fútbol al dirigir partidos sumamente importantes. Recientemente impartió justicia en la final de la Europa League entre el Olympique de Marsella y el Atlético de Madrid el 16 de mayo.

Diez años después de su debut como referí internacional, el holandés alcanzaba una riqueza que rondaba los 14,6 millones de dólares, generando entre 2,6 y 4 millones de ganancias anuales. Su cadena de supermercados es un éxito en Holanda a tal punto que, con el dinero que recauda, alcanzó a ser uno de los patrocinadores del famoso piloto de Fórmula 1 Max Verstappen.

A su vez, el árbitro holandés se graduó en la Universidad Radboug de Nimega en la carrera de Administración de Empresas en 2001 y también cuenta con una peluquería en su ciudad natal. Pese a seguir en carrera y con opciones de continuar dirigiendo en este Mundial, muchos aseguraron que el logro más importante del holandés fue haber inventado una máquina para recolectar botellas vacías en sus supermercados.

Con respecto a su carrera arbitral, tras ser el elegido para impartir justicia en la final de la Champions League en 2014 y en la Eurocopa 2016, Kuipers lleva cuatro partidos dirigidos en esta Copa del Mundo: Egipto-Uruguay, Brasil-Costa Rica, España-Rusia e Inglaterra-Suecia.