Luis Enrique Martínez García (Gijón, 1970) es el gran candidato para suceder como seleccionador español a Fernando Hierro, que este domingo renunció a su cargo de director deportivo de la Federación Española y a su puesto interino en el banquillo. Salvo sorpresa mayúscula, Luis Rubiales le propondrá para el puesto a su Junta Directiva durante la reunión (11:30 h.) que se celebrará en la sede federativa de Las Rozas.

A pesar de que en los últimos días se ha especulado con otras alternativas como Quique Sánchez Flores, Míchel, Roberto Martínez (opción descartada al tener contrato con Bélgica) o Víctor Sánchez del Amo, lo cierto es que el presidente de la Federación siempre ha valorado en primer lugar a Luis Enrique e incluso en el último Mundial sondeó a los distintos sectores del fútbol. Firmaría por dos años hasta la siguiente Eurocopa, la de 2020.

Luis Enrique reúne todos los requisitos que buscaba Rubiales después de la traumática salida de Julen Lopetegui. Es español, no tiene contrato en vigor, posee experiencia internacional muy contrastada, está habituado a tratar con futbolistas del máximo nivel y siempre ha reconocido que le encantaría entrenar a España. «¿Si me gustaría ser seleccionador? Sí, y mucho, además», dijo hace dos años cuando entrenaba al Barça y le preguntaron por la posibilidad de suceder a Del Bosque.

Todo indica que ese momento ha llegado. El técnico estaba disfrutando de un año sabático tras su brillante ciclo en el Barcelona, donde consiguió nada menos 9 títulos en tres temporadas (2014/17), incluido un histórico triplete de 2015. Antes entrenó al Celta (2013/14), Roma (2011/12) y Barça B (2008/11). En los dos últimos meses se le había relacionado con el Chelsea y el Arsenal.

Carácter y fútbol vertical

Luis Enrique es un técnico de fuerte personalidad, lo que le ha generado roces con sus futbolistas (Jordi Alba, por ejemplo). Su experiencia en el Barça con Messi le ayudó a madurar en el trato con figuras y aprendió a no ser tan intransigente. Sus equipos se caracterizan por un juego vistoso, agresivo, con rápidas transiciones y capaces de desplegar diversas variantes tácticas. Ese carácter tan competitivo y el hecho de que en el Barcelona evolucionase el tiki-taka imperante a un fútbol más vertical son dos de las principales razones para que sea el elegido. Probablemente le pidan que mejore su relación con los medios de comunicación.