Este Mundial ha traído cosas buenas para México, una de ellas ha sido erradicar el famoso grito homofóbico.

Una vez más, ahora en el estadio Samara, al despeje del portero de Brasil, Allison Becker no se escuchó el “eh puto” que se caracteriza en las tribunas mexicanas y ha quedado demostrado que se puede tener civilidad por el bien común de un país.

El duelo se encuentra en la máxima de intensidad y pese a ello las ofensas al guardameta en un par de ocasiones no han aparecido, incluso la afición mexicana se hace sentir en el inmueble con cánticos de apoyo, cuando visiblemente  parece minoría.

Es a partir del duelo ante Corea del Sur, que este grito especial desapareció de a poco en los seguidores del Tricolor, luego de que la FMF recibiera una sanción porque sucedió en el duelo ante Alemania y se ponía en advertencia no solo otra multa económica, sino que además se mencionó que podría perjudicar en la parte futbolística.