Los coreanos cerraron su participación en el Rusia 2018 con una histórica victoria ante Alemania, que dejó afuera al último campeón por un dos a cero que dio la vuelta al mundo.

Ese resultado, a pesar de que su selección ya estaba eliminada, hacía parecer que los hinchas iban a recibir al equipo con mucha alegría. Pero la realidad fue muy distinta…

Cuando el plantel surcoreano llegó a su tierra, casi 500 fanáticos lo esperaron en el aeropuerto de Incheon para saludarlos. Aunque un grupo reducido, un poco más enojado que sus pares, les tiró huevos y almohadones con la bandera del Reino Unido.

Ahora, Corea del Sur llegó a su mejor participación mundialista en 2002 cuando fue cuarto en el torneo que organizaron junto a Japón.