La última fecha del grupo F del Mundial se vivió con mucha intensidad ya que todos los equipos del grupo tenían oportunidades de clasificarse a los octavos de final de la Copa del Mundo.

Alemania se enfrentaba a Corea del Sur y ambos necesitaban ganar para sellar su pasaporte a los octavos, en el caso de los asiáticos dependían de la victoria de México ante Suecia.

Para mala fortuna de los alemanes no se dieron los resultados y por primera vez cayó eliminado en una fase de grupos de un Mundial y esto sin duda alguna nos hace recordar la «Maldición de la Copa Confederaciones».

La llamada maldición consiste en que el equipo que gana la Copa Confederaciones no gana el Mundial, y desde 1992 esto se mantiene.

Alemania le ganó la final el año pasado a la selección de Chile por 1 a 0 y desde que obtuvo el título ya se mencionaba el tema de que los teutones no conseguirían volver a coronarse como campeones en Rusia.