Con la victoria de Uruguay este lunes frente a Rusia, la Celeste llegó a cinco encuentros mundialistas donde se enfrentó al anfitrión.

El primer caso es recordado por todos los uruguayos, Brasil en 1950, el Maracanazo, la mayor remontada de la historia del fútbol, cuando Uruguay se enfrentó a Brasil en la final de la respectiva edición y lo derrotó 2-1 con goles de Juan Alberto Schiaffino y Alcides Ghiggia para coronarse por segunda vez como Campeón del Mundo.

La segunda ocasión fue en el Mundial de 1966, cuando Uruguay se enfrentó a Inglaterra (campeón de esa edición) y empató 0-0 frente a la selección de los tres leones en el único juego de esa copa donde el local dejó puntos.

Italia 1990 fue la única edición donde Uruguay se perdió contra el anfitrión. Fue por 2-0 en octavos de final frente a la azzurra.

En Sudáfrica 2010, Uruguay jugó el segundo partido de la fase de grupos frente a la selección de Sudáfrica, donde la Celeste ganó por 3-0 con dos goles de Diego Forlán (goleador de ese Mundial) y uno de Álvaro Pereira.

El encuentro más fresco frente a un anfitrión fue este lunes, cuando la selección de Uruguay derrotó a Rusia por 3 a 0 y selló su clasificación a los octavos de final como primero del grupo.