Algunos los confiensan sin reparo, mientras que otros son más reservados…

Tras años de deleitarnos en los estadios queda claro que las supersticiones han ido de la mano de muchos futbolistas.

Y aunque no podemos asegurar que gracias a ellas nos han deleitado, parece evidente que para muchos han sido de gran ayuda.

Les contamos las supersticiones y costumbres de algunos de los mejores futbolistas al enfrentar los retos del deporte más bonito del mundo.

Un clásico ruso antes de jugar
A Gennaro Gattuso no sólo se le recuerda por sus tiempos de gloria con el AC Milan sino con el Mundial de Alemania 2006, que ayudó a conquistar desde el mediocampo.

Antes de los partidos, Gattuso solía leer al escritor ruso Fyodor Dostoevsky, autor de clásicos como «Crimen y castigo», «Los hermanos Karamazov» y «El idiota».

No está muy claro por qué lo hacía, pero se había convertido en una costumbre.

El ahora también entrenador, le dijo al sitio web de la FIFA que en la Copa del Mundo le costó seguir algunos de sus rituales.

«Llevaba cada día el mismo suéter que me puse el primer día. Sudaba a mares y tenía un humor de perros porque no podía quitármelo. Me obsesioné con las supersticiones. Por ejemplo, antes del partido contra la República Checa hice el equipaje para volver a casa» y no dejó de hacerlo antes de cada partido hasta que terminó el torneo.

Siempre con el pie derecho
Dos copas del mundo, innumerables reconocimientos (Balón de Oro, Jugador del Año) y su paso por el fútbol europeo hicieron de Ronaldo una de las glorias del fútbol brasileño.

Una de sus costumbres era entrar al campo siempre con el pie derecho.

Y es algo que también hacía su compatriota Roberto Carlos y otros futbolistas.

De hecho, otro Ronaldo, en este caso el astro portugués del Real Madrid, confesaba en una entrevista concedida a MahouTV que también lo hace:

«Como todos los deportistas tengo alguna (manía), sobre todo entrar con el pie derecho al terreno de juego. También intento mantener ciertas rutinas y repetir aquellas cosas que en el anterior partido me fueron bien. Tampoco soy especialmente maniático», indicó en 2016.

El vendaje milagroso
Y hablando de pie derecho, Juan Carlos Peralta, uno de los motores del Colo Colo ganador de la Copa Libertadores de 1991, le contó al periódico chileno La Cuarta una de sus costumbres.

«De entre las cábalas que yo tenía era siempre vendarme el pie derecho. No es porque estuviese lesionado. Pero la primera vez que lo hice ganamos. Por eso la mantuve».

Algo similar le pasó a su compatriota, el internacional Iván Zamorano, quien solía jugar una venda blanca en la muñeca derecha.

La costumbre surgió tras sufrir una lesión en esa zona y como ese día hizo tres goles, decidió que no se la quitaría.

Un surco en la cancha
Ganador del Mundial de Sudáfrica de 2010, de la Euro 2012, figura del Real Madrid y ahora del Oporto, con el que conquistó la liga portuguesa, Iker Casillas es un hombre de rituales.

«El guardameta español es uno de los jugadores con más supersticiones», dice el sitio web especializado en deporte de España, Marca.

«Recorta las camisetas, da la vuelta a las medias y antes de empezar el partido, con la pierna izquierda realiza un surco desde la corona del área hasta la línea de gol. Además, siempre que su equipo marca, se dirige a su portería, da un saltito y toca el larguero con la mano izquierda».

Una canción para entrar en ambiente
Nadie niega que el liderazgo de Laurent Blanc, el talento de Zinedine Zidane, la destreza de Barthez en el arco y la determinación de la selección francesa para no decepcionar a su público fueron las razones por las que Francia conquistó la Copa del Mundo de 1998.
Sin embargo, alguien podría decir que un ritual también hizo lo suyo. En el vestuario de la escuadra gala siempre se escuchaba una canción: «I Will Survive», de Gloria Gaynor.

Y no es el único ejemplo. El Colo Colo que conquistó la Copa Libertadores de 1991, también tenía una canción que ponían en los vestuarios: «Sopa de caracol».

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«La sacamos de Ecuador. Eso nos dio suerte. Fue un chiripazo que la pusimos en el bus. Ahí hasta nos pusimos a bailar. Pero con los triunfos y como fuimos pasando etapas quedó para siempre en el camarín. Siempre la escuchábamos antes de los partidos», le contó al diario chileno La Cuarta, Juan Carlos Peralta.

La canción original proviene del folclore de los indígenas de la comunidad garífuna del Caribe y Centroamérica.

La popularizó el grupo hondureño Banda Blanca, que la versionó en el género Punta y tradujo algunas de sus estrofas al castellano.

Ropa interior azul
Esta es una cábala muy popular, tanto que trascienden los estadios y llega a las salas de redacción… Pero mejor no nos desviemos y recordemos lo que el exportero de la selección colombiana le dijo al sitio web de la FIFA sobre la razón de que sus interiores fuesen azules para entrar a la cancha:

«A fines de los ochenta, el Atlético Nacional no podía ganarle al Millonarios. En eso llegó Carlos Perea y fuimos juntos a ver a una señora que leía la suerte. Nos dijo que nos habían hecho alguna brujería y nos envió una correa y calzoncillos azules para todos los jugadores. Anduvimos bárbaro: ganamos todo y llegamos a conquistar la Copa Libertadores».

El urinario de la izquierda
Máximo artillero en su paso por Stuttgart, Bayer Múnich, Fiorentina, Besiktas y ganador, entre otros títulos, de la Liga de Campeones 2013, Mario Gomez es también conocido como el Super Mario del fútbol alemán.

El seleccionador teutón, Joachim Low, lo incluyó en la lista de seleccionados para Rusia.

Además de tener una gran capacidad goleadora para anotar, hay algo muy particular que hace. «Siempre usa el urinario situado más a la izquierda del vestuario», indica el sitio web de la FIFA.

Otro futbolista con un ritual relacionado con la orina es el exportero argentino Sergio Goycochea.

El famoso portero contó que antes de la definición por penaltis frente a Yugoslavia en el mundial de Italia 90 tuvo ganas de ir al baño porque había bebido mucho líquido.

Como no tenía tiempo de ir a los vestuarios orinó sobe el campo. Argentina ganó desde los 11 pasos y cuando tuvo que definir nuevamente desde ese lugar en la semifinal contra Italia el popular «Goyco» volvió a dejar su marca en el terreno de juego.

Argentina volvió a ganar.

Las medias
Aunque algunos dirían que con la selección inglesa, John Terry no conquistó nada, la historia cambia cuando se ve su actuación como capitán del club inglés Chelsea: cinco títulos de la Liga Premier, cuatro FA Cups, una Liga Europea y una Liga de Campeones.

Además, se le considera uno de los mejores defensas centrales de su generación.

Aunque ahora milita en el Aston Villa, de su época en el Chelsea, Terry contaba que era «muy supersticioso».

«Me siento siempre en el mismo lugar del autobús, me pongo tres vueltas de cinta alrededor de las medias, escucho siempre el mismo CD camino al estadio, aparco siempre en el mismo lugar antes de un partido en Stamford Bridge», le contó al sitio web de la FIFA.

Y, aunque ya hablamos de urinarios, vale mencionar que Terry utilizó por más de 10 años el orinal ubicado en el ala derecha del estadio de Stamford Bridge.

Ser el último
A la leyenda del fútbol inglés Bobby Moore le gustaba salir del vestuario de último porque prefería ponerse los pantalones solo.

Su compatriota, Paul Ince (felizmente perteneció a otra generación) también le gustaba ser el último en abandonar el vestuario. Corría y se ponía la camisa mientras se dirigía a la cancha.

Al marfileño Kolo Touré también le gustaba ser el último en entrar al campo.

El problema es que su costumbre llegó a perjudicar a su propio equipo como ocurrió cuando formaba parte de las filas del Arsenal en un partido de la Liga de Campeones en 2009.

El central esperó a que su pareja en el eje de la defensa, William Gallas, fuera atendido de unas molestias para ingresar al campo después del entretiempo sin percatarse que el partido ya se había reanudado y Arsenal tuvo que jugar los primeros minutos de la segunda parte con nueve hombres.

Una vez que ocupó su posición, Touré fue amonestado por entrar en el campo sin autorización.

Sin tiros que desperdiciar
El internacional inglés Gary Lineker se negaba a disparar a gol en los calentamientos porque pensaba que eso podría disminuirle las probabilidades de hacerlo en el partido.

Y la leyenda de México y del Real Madrid Hugo Sánchez tampoco pateaba al arco en el calentamiento «para no gastar goles».