La buena semana del Real Madrid, a pesar de los sofocos del miércoles ante la Juventus, se ha coronado este viernes con la decisión de la UEFA de no abrir expediente disciplinario a Sergio Ramos por haber seguido el partido de vuelta de cuartos de final de la Champions desde el túnel de vestuarios del Bernabéu, a pesar de estar sancionado por acumulación de amarillas.

El capitán decidió bajar a la bocana en los frenéticos últimos minutos del choque, cuando su equipo logró el gol que le metía en las semifinales. En el barullo de protestas juventinas por el penalti sobre Lucas Vázquez, el defensa llegó a intercambiar unas palabras con el entrenador italiano, Massimiliano Allegri. El delegado del Madrid le advirtió de que quizá estaba incumpliendo alguna norma al aparecer en esa zona del campo. Al terminar el partido, se especuló con una posible sanción de un partido al central siguiendo el criterio de la UEFA con Xabi Alonso en la final de Lisboa. El centrocampista, fuera del encuentro por amarillas, fue multado por saltar al césped a celebrar el gol de Bale en la prórroga que adelantaba a su equipo.