Que Maradona es un hombre de temperamento y sangre caliente es algo de sobra conocido por todos. La última demostración la hemos visto en el partido que su equipo, el Fujairah de Emiratos Árabes Unidos disputó frente al Masafi.

Corría el minuto 99 (allí los arbitrajes tienen pinta de ser de traca) cuando los suyos lograron el tanto del empate in extremis, lo que desató la euforia del ex futbolista.

En pleno éxtasis se encaró con el público, al que parecía reprocharles algo. Vamos, Diego Armando Maradona en estado puro. Genio y figura hasta la sepultura.