En el partido entre el Duisburgo y el Ingoldstat en el Fútbol alemán se llevó a cabo una de las jugadas más insólitas que se ha visto en los últimos años.

Y es que el arquero estaba sediento, fue a tomar agua al fondo de su arco y sus compañeros no lo advirtieron, cosa que el rival aprovechó para marcar a puerta vacía ante la incredulidad de todos.

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