Edinson Cavani y Javier Pastore tendrán que dar explicaciones a su entrenador Unai Emery por no haber acudido, el miércoles y el jueves, a los dos primeros entrenamientos del Paris SG tras las vacaciones de Navidad y Año Nuevo.

Emery indicó este viernes, en conferencia de prensa antes del entrenamiento, al que finalmente acudió Cavani pero no Pastore, que tenía intención de escucharles. «Voy a esperar a ver cuáles son sus argumentos», dijo el técnico vasco.

«Cuando lleguen, los veré individualmente, pero el club también. Después, veremos lo que ocurre», subrayó Emery, que señaló que los dos habían avisado de que llegarían con retraso a la vuelta de las vacaciones.

«Es verdad -añadió- que habría sido mejor que los jugadores hubieran estado con el grupo desde el miércoles. Pero como he dicho, los vamos a escuchar» El resto de jugadores, entre ellos Neymar, sí volvieron al trabajo el miércoles y preparan el partido de la Copa francesa del domingo ante el Rennes.

Cavani se presentó esta tarde en el complejo del PSG del Camp des Loges acompañado de su hermano y de su agente Walter Guglielmone y se entrenó aparte del grupo.

Según la emisora RMC, el entorno del delantero justifica su ausencia en los dos primeros entrenamientos de año por un problema familiar, mientras que el club sospecha que el uruguayo quiso alargar las vacaciones en su país. La consecuencia es que su presencia en Rennes está comprometida.

En cuanto a Pastore, RMC señaló que para el Paris SG el argentino quiere ponerle más presión porque se niega a dejarle que se vaya, que es lo que él quiere.

El PSG había señalado estos dos últimos días que la ausencia de Cavani y Pastore en los primeros entrenamientos del año se debía a «razones personales». Eso pese a que el martes había anunciado que después de once días de vacaciones, el equipo estaría al completo en la primera sesión, al día siguiente, lo que no se cumplió.

Cavani es reincidente, ya que en 2015 tampoco se presentó (igual que su entonces compañero Ezequiel Lavezzi) en el primer entrenamiento de ese año tras las vacaciones. Eso le costó una sanción del club, que consistió en quedar apartado del equipo durante una semana y verse privado de dos partidos.

Un año después, el entrenador de entonces, Laurent Blanc, había alegado «un problema de comportamiento» del uruguayo para apartarlo del grupo durante buena parte de los meses de enero y febrero.