Un año después la historia se repite y el problema es que en el próximo Mundial de Rusia, el videarbitraje será el jefe de cada uno de los partidos de la inminente Copa del Mundo. Gianni Infantino lo tiene claro y quiere que el VAR pase a formar parte de la vida cotidiana del fútbol, pero doce meses más tarde de su aparición en pruebas, los problemas y la confusión sigue existiendo.

Luka Modric fue de los primeros en alzar la voz tras la semifinal de Yokohama ante el América y en la noche del miércoles volvió a señalar a la ayuda técnica como culpable de no haber evolucionado lo más mínimo. «No gustó lo que dije, pero para mí hay confusión con el VAR. En algunos aspectos puede ayudar, pero en el gol de Casemiro dicen que era fuera de juego porque Benzema molestó a otro jugador. No quiero entrar mucho en esta polémica. No nos debe preocupar y pensar en el fútbol. Vendrá y no podemos hacer nada. Creó confusión». Gareth Bale dijo que no lo quiere y Nacho que las esperan matan al fútbol

Los jugadores y técnicos admiten que la técnica puede mejorar el fútbol, pero se quejan de que el sistema no está nada claro. Creen que hay confusión sobre en qué momentos se puede utilizar, cuándo se puede consultar, quiénes lo pueden pedir, en el prolongado tiempo de espera (ayer fueron 4 minutos), en no tener unas reglas claras de su uso y mantienen que al final sólo es un arma, tecnológica eso sí, que se utiliza en una sola dirección.

Ese día, los jugadores del Real Madrid alzaron la voz y hoy lo vuelven a hacer. LaLiga, con su club a la cabeza, quieren que el sistema se implante en España de manera definitiva. Hay dudas y la Federación y la citada Liga no se ponen de acuerdo, al menos de momento, para su implantación y su legislación.

La FIFA lo tiene claro, por lo menos su uso, pero lo que no tiene claro es cómo resolver los problemas que todavía sigue suscitando. En el Al Jazira-Real Madrid las dudas volvieron a aparecer y lo hicieron sin que los jugadores se marcharan del estadio con una explicación clara de lo que había sucedido.

Infantino no admite que se cuestione un sistema que todavía sigue en la búsqueda de una perfección que parece lejana de encontrar. En los campeonatos en los que se ha puesto en práctica algunos jugadores han puesto el grito en el cielo. El Mundial vuelve a ser un banco de pruebas, como lo fue hace un año y ahora se ha encontrado con una decisión que cambia dos veces y que no termina de convencer a todos.

Lo de Abu Dabi es una nueva prueba, pero de momento sigue sin despejar las incógnitas creadas. Aquí son Feliz Zwayer (ALE), Clement Turpin (FRA), Artur Dias (POR), Mauro Vigliano (ARG), Wilton Sampaio (BRA), Andrés Cunha (URU), Mark Geiger (USA) y Abdulrahman Al Jassim (CAT) los encargados de analizar todo y que, tal y como sucedió en la noche del miércoles, pasar la patata al árbitro, que en todos los casos será el último en decidir.

El problema es que ni los jugadores ni los aficionados, tienen claro el cómo y cuándo el VAR puede ser decisivo, tal y como fue en la semifinal del Mundial y mientras no se aclare, las dudas seguirán aumentando.

Mientras, Infantino lo tiene claro. «No se entiende el fútbol en 2017 sin VAR o el uso de la ayuda tecnológica. Faltan detalles, pero no podemos consentirlo».