Fue una noche demasiada larga para el plantel de Independiente. Las continuas bombas de estruendo, que explotaron en las adyacencias del Hilton de Barra de Tijuca, no permitieron conciliar el sueño con normalidad. A la tensión que genera el hecho de jugar una final, se le agregó el hostigamiento de los torcedores de Flamengo hasta pasadas las cuatro de la madrugada, cuando un grupo de 15 personas fue detenido, según informa el portal Globo Esporte.

Los inconvenientes comenzaron a las 22, cuando un centenar de hinchas se acercó a la concentración y tuvo un cruce con algunos simpatizantes del Rojo que se hospedan en el hotel. Mientras tanto, el plantel se entrenaba en la cancha de Botafogo a puertas cerradas. De repente, eran más de 500 los torcedores en las cercanías. Los mismos utilizaron muchísimas bombas de estruendo y hasta se burlaron del descenso de Independiente en 2013 con una persona disfrazada de fantasma y un dron que llevaba la B. Pero más allá de las chicanas, en la madrugada, en un número reducido, detonaron pirotecnia sin parar.

Al mismo tiempo, a más de 20 kilómetros de Tijuca, en las playas de Copacabana y sus alrededores, se vivió un caos. La hostilidad de una porción del público local fue marcada hacia los grupos de hinchas argentinos. Golpes, piedrazos y corridas marcaron una noche desoladora en pleno Río de Janeiro. En las redes sociales, algunas personas denunciaron robos en la calle. Y también hubo conflictos en algunos hoteles. A los propios periodistas brasileros los sorprendió el accionar, ya que no le encuentran justificación. «Nunca vi cosa igual», explicó un reportero. Más allá de que en los días previos habían existido amenazadas en Twitter, debido a un gesto racista de un hincha de Independiente en Avellaneda hacia la gente del Mengao.

Estos sucesos generan preocupación de cara a la final de esta noche en el Maracaná, más allá que la Conmebol haya repudiado los hechos: «Se condena todos los actos de violencia registrados e insta a todos los hinchas de los clubes que disputarán la final de la CONMEBOL Sudamericana a vivir la fiesta del fútbol en paz y con respeto y lealtad hacia el rival». Además el organismo prepara una investigación para sancionar al club carioca en las próximas semanas. En principio, se anunció que habrá 280 policías en el interior del estadio. Pero el problema es ahora y se precisa cooperación de diferentes sectores para garantizar la seguridad de la gente.