El City de Guardiola le ganó el derbi de Manchester al United de Mourinho pero la rivalidad no se quedó en el césped y se trasladó al túnel de vesturarios. Hubo pelea y lanzamiento de botellas con hasta veinte personas, entre jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos, involucradas.

Así fue el relato de los hechos: Mourinho se dirigía hacía la rueda de prensa post partido y pasó cerca del vestuario del City, que celebraba efusivamente la victoria ante el eterno rival. Mourinho realizó un comentario que no sentó nada bien a los jugadores citizen reprochando su efusividad en el festejo.

Ederson entendió al portugués y se lo recriminó. A partir de ahí empezó todo el lío. El que salió peor parado fue Mourinho que recibió un botellezo y fue bañado en agua e incluso leche. Lukaku lanzó también una botella que impactó en la cara de un miembro del cuerpo técnico del City. La policía tuvo que intervenir para impedir más golpes cuando ya la trifulca afectaba hasta 20 personas.

Mikel Arteta, miembro del cuerpo técnico del Manchester City, salió de Old Trafford con un herida en una ceja.