Golpe duro para Perú en su regreso a un Mundial de fútbol por primera vez en 36 años.

Su máxima estrella y capitán, Paolo Guerrero, no podrá jugar en Rusia 2018 al ser sancionado por la Comisión Disciplinaria de la FIFA «al haber dado positivo por una sustancia prohibida».

El jugador dio positivo por el «metabolito de la cocaína benzoilecgonina», una sustancia incluida en la lista de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en la clase «S6: estimulantes», tras el control realizado después del empate en las eliminatorias contra Argentina en Buenos Aires, jugado el pasado 5 de octubre.

La FIFA especificó que el «periodo de vigencia de la suspensión comienza el 3 de noviembre de 2017, fecha en la que el jugador fue suspendido de manera provisional por el presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA» y que abarca «todo tipo de partidos en el ámbito nacional e internacional, amistosos u oficiales».

Todavía falta esperar si el delantero peruano recurrirá la decisión ante el Comité de Apelación de la FIFA o llevará el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo, el TAS.

La lágrima de la clasificación

El castigo coloca una mancha sobre la histórica clasificación de Perú a Rusia 2018 en el que será su primer Mundial en 36 años.

La selección bicolor realizó una espectacular segunda rueda para lograr la quinta posición en la clasificatorias sudamericanas, dejando en el camino a Chile y Paraguay.

Fue en medio de las celebraciones y la clasificación al repechaje intercontinental contra Nueva Zelanda cuando se conoció el positivo dado por Guerrero en el control de Buenos Aires y su suspensión provisional.

Perú jugó los dos partidos contra el equipo oceánico sin su referente, consiguiendo su boleto a la cita mundialista del próximo año gracias a la victoria 2-0 en Lima