Pasada la medianoche, explotó una bomba en Lanús: «Se me pasa por la cabeza dejar el fútbol», expresó José Luis Gómez, quien perdió la pelota y se la dejó servida a Fernandinho en la jugada que terminó en el primer gol de Gremio. Una declaración inesperada.

«Estoy dolido, me siento mal. Son equivocaciones que no tenemos que cometer. Lo voy a pensar bien. Soy chico, pero esto no tiene que pasar. Me siento culpable», prosiguió el lateral de Lanús, quien apenas tiene 24 años.

«No tuve una buena noche, le quiero pedir disculpas a toda la gente de Lanús. La gente se merecía salir campeón. Por una equivocación mía se abrió el partido», cerró Gómez, en diálogo con TyC Sports.