Una necesidad incontenible le acarreó una tarjeta roja: el arquero del Salford City, Max Crocombe, fue expulsado este sábado en un partido de la sexta división inglesa… por haber orinado durante el partido.

«Podemos confirmar que Crocombe fue expulsado por haber orinado durante el partido. No es una broma», tuiteó el Bradford Park Avenue, rival del Salford, que acabó perdiendo el partido 1-2 pese a la expulsión de Crocombe.

Pero las consecuencias podrían ser aún peores para el portero neozelandés de 24 años, ya que según el dirigente del club local, Colin Barker, «un espectador realizó una queja formal ante la policía».

«Un miembro de la seguridad del estadio le dijo en repetidas ocasiones que no lo hiciera (…) pero se fue al lado de la tribuna para hacer pipí», explicó Barker a la agencia británica PA. «Yo no lo vi, pero el árbitro le expulsó tras ser avisado por el árbitro asistente».