Tremenda goleada en esta jornada de la Premier League. La contundente victoria (4-1) ante el equipo de Klopp, confirma al Tottenham como el rival más peligroso para el City de Guardiola en la lucha por la Premier. Con Chelsea y United metidos de lleno en peleas intestinas, los de Pochettino han enderezado el rumbo y parece que han cogido al pulso a eso de jugar ante 80.000 espectadores.

Klopp no supo qué hacer ante los de Pochettino. Lo intentó todo, quitando a Lovren tras tragarse los dos primeros goles, cambiaba de posición a Salah, Coutihho y Firmino, pero nada. El orden, calidad y acierto de los Spurs servían para marcar diferencias con los goles de Kane por partida doble, Son y Dele Alli.

Wembley disfrutó por primera vez del que es su equipo durante toda la temporada, escenario que dentro de diez días verá como el Real Madrid lo pisa por primera vez en su historia. Le espera un Tottenham lanzado y con ganas y que piensa por tercera temporada en la conquista de la Premier. Y lo hace por la mano de un Pochettino que ha vuelto a atreverse a sacar jugadores de la nada.