El futbolista portugués Cristiano Ronaldo desafía a la Hacienda española y se niega al pacto económico para ponerle fin a su acusación de fraude fiscal. El futbolista del Real Madrid está acusado de cuatro presuntos delitos fiscales por evadir cerca de 17 millones de dólares en impuestos, pero ha rechazado la opción de pactar con el fisco, ya que considera que la denuncia es «inconsistente, sin fundamento y contraria a Derecho».

Según informa el periódico El Mundo, Ronaldo ha presentado un nuevo comunicado ante el Juzgado que lleva la causa en el que carga con dureza contra Hacienda. El atacante luso sostiene que la denuncia está formulada «sin fundamento alguno», es «inconsistente», se encuentra asentada «en la utilización arbitraria de criterios contrarios a Derecho Tributario» y «es fácilmente desmontable por un observador objetivo».

CR7 está convencido de que él y su entorno son absolutamente inocentes. Incluso ha cambiado de abogados luego de que fueran imputados de sus hombres de máxima confianza: su agente Jorge Mendes, su asesor de imagen Luis Correia y su letrado portugués Carlos Osorio. El jugador decidió prescindir de los servicios del bufete Baker & McKenzie, enfadado porque le trasladaron la responsabilidad fiscal a sus asesores. Actualmente, la defensa de Cristiano está a cargo del despacho del ex magistrado español José Antonio Choclán Montalvo.

En el escrito presentado por el futbolista se exculpa por completo a Jorge Mendes. «No logramos aventurar, ni siquiera hipotéticamente, qué contribución habría realizado en esas tareas de calificación tributaria. No se le presuponen conocimientos tributarios que permitan sostener razonablemente haber inducido o contribuido a que Ronaldo pagara menos tributos», reza el documento al que tuvo acceso El Mundo.

De esta forma, Ronaldo se arriesga a ir a la cárcel. Al rechazar la acusación formulada por la Hacienda el pasado 14 de junio, cuando lo denunciaron por cuatro delitos fiscales, cometidos entre los años 2011 y 2014, el jugador portugués abre la opción de una sentencia a prisión.

La juez llamó a declarar al jugador el pasado 31 de julio y ha seguido con la instrucción del caso que investiga un supuesto fraude de casi 17 millones de dólares. Según las leyes españolas, las sumas defraudadas que superen los USD 135.000 se convierten en delitos penados con hasta cinco años de prisión.