Cuando Cristian Ramírez firmó con el FC Krasnodar de Rusia a fines de 2016, la Copa Mundial de la FIFA 2018 rondaba por su cabeza: Ecuador marchaba 3° en el clasificatorio sudamericano y, si bien el equipo había perdido la regularidad, era difícil prever una debacle.

Diez meses después el panorama cambió. Tras las últimas caídas con Brasil y Perú, la Triacumula cuatro derrotas consecutivas y ocupa ahora el 8° lugar con 20 puntos. Es más, a dos jornadas del final ya no depende de sí misma.

«Por supuesto que una parte de mi decisión de venir a Rusia tuvo que ver con que era la anfitriona de Mundial», confiesa a FIFA.com Ramírez, titular en ambos encuentros. «La idea de jugar aquí con mi selección era y sigue siendo fabulosa. Y si bien la tenemos difícil, no voy a descartarla todavía».

¿Cuán difícil? Ecuador debe vencer de visitante a Chile (6°, 23), de local a Argentina (5°, 24) y luego esperar que los otros resultados la ayuden.

«Es duro que no dependa de nosotros, pero ellos también tienen urgencias.

Últimamente nos ha faltado suerte para concretar en momentos claves de los partidos, y luego corremos de atrás en el resultado con todo lo que eso significa. Si somos contundentes, podemos ganarles», analiza.

¿Y si no? «Si no se da, aunque uno deje todo, seguramente sentirá remordimiento, sensaciones encontrados. Sería difícil de sobrellevar, pero esto es fútbol y siempre hay otro Mundial adelante para intentarlo».

En el peor de los casos, pensará alguno, Ramírez podría disfrutar el Mundial aunque sea como espectador. Al fin y al cabo, Krasnodar está 300 kilómetros al norte de Sochi y otros tantos al sur del Rostov del Don, ambas sedes de la competencia.

«Si no clasificamos planificaría hacer otras cosas. Miraría algunos partidos por televisión, pero no iría a los estadios ni nada. Jamás disfrutaría el Mundial en Rusia sin Ecuador».

¿Por qué lateral?

«Todos soñaban con atacar y hacer goles, y yo también pero desde la banda, como Roberto Carlos en el Real Madrid. Soy zurdo y le pego fuerte como él. Admiro a Marcelo, por cómo juega y dónde ha llegado con su carrera, y a Walter Ayoví, un ejemplo de futbolista profesional».

¿Un gol a lo Roberto Carlos?

«El único con la selección, ante Chile, por este mismo clasificatorio. Es especial además porque era mi primer partido por eliminatorias y ganamos, fue un zurdazo soñado. Lo tengo presente porque para mi cumpleaños, mi esposa me enmarcó una foto con el festejo».

¿Cómo ve su futuro en la selección?

«Creo que después de seis años en Europa he acumulado experiencia que puede resultar valiosa, pero lucharé por esta camiseta desde donde me toque estar. Y lo digo con mucha humildad: sueño con ser capitán de la selección alguna vez».