Neymar jr. todavía no ha jugado en el Camp Nou desde su fichaje, pero en la primera jornada de Champions ya tuvimos un aperitivo de cómo va a ser recibido el día que una eliminatoria europea le traiga de regreso.

Cuando el videomarcador anunció, en el minuto 20 del Barça-Juve, que Neymar había marcado el 0-1 en Glasgow, la silbada fue más que relevante. Similar a esos momentos en que los partidos de Liga se disputaban a la misma hora y en el marcador se anunciaba algún gol del Madrid o del Espanyol.

El barómetro del barcelonismo en ese momento, por fin con muchos más abonados que turistas de Seient lliure, denotó un grado de animadversión a Neymar que da que pensar. Luego, a medida que caían los goles del PSG (MbappéCavani…) los silbidos fueron a menos y, con el 0-5, empecé a denotar la sensación de que se ve ya, al equipo parisino, como un oponente serio para ganar la actual Champions.

Es curioso que en París denominen ya a tridente a la delantera con CavaniMbappé mientras aquí, como dijo Bartomeu, “no es el momento del tridente, es el momento del equipo”. La síntesis es que el PSG da miedo, Neymar da rabia.