El PSG protagonizó este verano el fichaje más caro de la historia del fútbol pagando 222 millones de euros por el fichaje de Neymar. Y el ex azulgrana está respondiendo a tan inhumano desembolso erigiéndose en líder indiscutible de su nuevo equipo. Si en su debut, hace una semana, el brasileño marcó un gol y dio una asistencia en la visita al Guingamp (0-3), anoche, ante el Toulouse, resultó todavía más decisivo (6-2).

Neymar fue el artífice de la remontada de un PSG que, pese a la goleada final, empezó perdiendo por 0-1. Y lo hizo con cinco golpes demoledores: marcando primero el gol del empate; ‘regalando’ luego el 2-1 a Rabiot; propiciando el penalti del 3-1, transformado por Cavani; sirviendo el córner del 5-2, obra de Kurzawa; y firmando el 6-2 final con una genialidad en el descuento.

La ex estrella barcelonista intervino, de hecho, en todos los tantos, pues también participó en los orígenes de la jugada del 4-2. Y eso que la noche pareció empezar torcida para él, puesto que, en el tramo inicial, estrelló un remate en el larguero (13’), y un testarazo en el poste (26’). Casi nada.

El PSG ha dado una nueva dimensión a su ataque con la llegada de ‘Ney’, algo que no puede decirse de su defensa. El 0-1 puso al descubierto las lagunas atrás de los de Unai Emery, ya que Gradel marcó a placer, y totalmente solo, desde el punto de penalti.

Pero ahí estaba Neymar para deshacer el entuerto. A la media hora, el ‘10’ logró el 1-1 a puerta vacía, aprovechando un rechace del meta Lafont en una acción que inició él mismo en una buena combinación con Rabiot.

El centrocampista galo se entendió a las mil maravillas con su nuevo socio, y los mismos protagonistas se intercambiaron los papeles en la acción del 2-1, haciendo una bella pared. Rabiot ‘fusiló’ a Lafont desde la frontal.