Cristiano Ronaldo finalmente no compareció ante los medios de comunicación en el exterior del Juzgado de Pozuelo de Alarcón después de prestar declaración como investigado por un presunto delito de fraude fiscal estimado en 14,7 millones de euros, tal y como se había apuntado a primera hora de la mañana de este lunes. Pero ya se han filtrado algunas declaraciones del portugués ante la jueza de instrucción Mónica Gómez Ferrer.

Según pudo saber AS, Cristiano le dijo a la magistrada: “Si no me llamara Cristiano no estaría aquí”. A lo que la jueza le respondió visiblemente molesta por este comentario del portugués: “No se equivoque, como usted se han sentado ahí otras personas anónimas. Usted está siendo encausado e investigado por un presunto delito fiscal según las pruebas que aporta la Fiscalía y sobre las que la Justicia tendrá que decidir». Pero el jugador insistió una vez más en esa declaración: «No, no, todo esto pasa porque yo soy Cristiano Ronaldo».

El portugués estuvo respondiendo a las preguntas de la Abogacía del Estado, de la Fiscalía y de su propia defensa durante una hora y media. Según contó el periodista Ángel García en el programa El Golazo de Gol, en un momento dado de esa comparecencia la Fiscalía preguntó a Cristiano Ronaldo por la estructura fiscal que supuestamente tiene montada en Irlanda y en las Islas Vírgenes y por la que la propia Fiscalía le encausó, y el jugador del Real Madrid contestó que esa estructura viene de sus tiempos como futbolista del Manchester United y que la creó por consejo de los abogados recomendados por eel Manchester, a los que ha implicado. No se descarta, por tanto, que la jueza Mónica Gómez Ferrer llame a declarar a esos abogados.

La Fiscalía de Madrid encausó al portugués porque, supuestamente, se aprovechó de una estructura societaria montada entre Irlanda y las Islas Vírgenes Británicas para “ocultar al fisco las rentas generadas en España” por sus derechos de imagen. Las cuotas tributarias que se le reclaman a Cristiano Ronaldo son 1,39 millones de euros en 2011; 1,66 millones en 2012; 3,2 millones en 2013 y 8,5 millones en 2014. Todas estas cantidades superan los 120.000 euros anuales que convierten el fraude fiscal en delito. Los delitos, considerados agravados, se castigan con penas de prisión de dos a seis años por cada uno de ellos, lo que implicaría la petición de la Abogacía del Estado de una pena mínima total para Cristiano de siete años por los cuatro presuntos delitos que se le imputan.

A las 15:15 horas, Cristiano emitió un comunicado en el que se defiende de todas las acusaciones e insiste en su inocencia: «Nunca hubo ocultación ni mínima intención de evadir impuestos (…) Siempre hago mis declaraciones de impuestos de manera voluntaria, porque pienso que todos tenemos que declarar y pagar impuestos de acuerdo a nuestros ingresos. Quienes me conocen, saben lo que les pido a mis asesores: que lo tengan todo al día y correctamente pagado, porque no quiero problemas».