Sin duda alguna que la historia que ‘vende’ el Delfín es más que de película: equipo ‘pequeño’ que representa a la provincia que fue más afectada por el terremoto del 16 de abril del 2016 la cual busca una especie de redención a través del fútbol.

Aparte de significar algo muy importante para sus hinchas y los manabas, Delfín también representa esperanza para los otros equipos, que no son de Guayaquil o Quito, de saber organizarse, hacer las cosas con seriedad y obtener resultados como consecuencia.

Ya habíamos hablado que en la historia del fútbol ecuatoriano solo dos equipos que no son de Guayaquil o Quito se han coronado campeón y Delfín puede engrosar esa lista. Sin embargo, remontándonos a la historia reciente, Delfín representa el ‘renacer de los otros’

Desde que se instauró este nuevo sistema de campeonato solo dos equipos ‘no tradicionales’ (a excepción de IDV) han estado en seria posición de pelear una etapa.

2012: LDU Loja (primera etapa).

2013: Universidad Católica (segunda etapa).