En la última final jugada en 2013, Brasil venció con autoridad a España por 3-0 para celebrar el título y calmar los ánimos en un Río de Janeiro que hervía por las protestas. Sin embargo, lo que ocurrió al año siguiente es historia conocida: la catástrofe ante Alemania en semifinales y el imborrable 7-1 del Mineirao.

La «canarinha» también celebró la conquista del torneo de naciones en 2005 y 2009, pero un año después se iría eliminada en cuartos de final tanto en Alemania como en Sudáfrica.

En 2001, Francia venció 1-0 a Japón en la final de Yokohama con un gol de Patrick Vieira. Vigente campeón mundial por entonces, el equipo «bleu» llegaba lanzado al Mundial de Corea del Sur y Japón. Pero su participación en la cita mundialista fue una decepción y se despidió en la primera ronda y sin ninguna victoria.

Es cierto que el torneo cambió repetidamente su formato y no siempre se jugó en el país que al año siguiente sería el anfitrión. Pero, en cualquier caso, la «maldición» se mantuvo.

Brasil fue campeón en 1997 en Arabia Saudí, que fue la sede de las primeras tres ediciones. Sin embargo, aquel 6-0 sobre Australia con tres goles de Ronaldo y tres de Romario en la final no se repitió en 1998 en el Stade de France, sino todo lo contrario. El «Fenómeno» sufrió supuestamente unas convulsiones antes de la final y Brasil cedió su corona a Francia.

Y en 1992, cuando todavía se denominaba Copa Rey Fahd, lo vivió en carne propia Argentina. El equipo de Alfio Basile derrotó 3-1 a Arabia Saudí y logró un título que se encandenó con las Copas Américas ganadas en 1991 y 1993 y el subcampeonato mundial de 1990. Pero poco después llegaron las turbulencias: primero la clasificación angustiosa al Mundial en un repechaje con Australia y luego la eliminación en Estados Unidos tras el golpe que significó el doping de Diego Maradona.

Los otros títulos de la Copa Confederaciones fueron a parar a Dinamarca (1995), México (1999) y Francia (2003), aunque en sus casos el torneo se jugó tres años antes del siguiente Mundial.

«No creo que haya una maldición», dijo recientemente el brasileño Cafú en una entrevista con dpa. «Ahora se va a quebrar eso. El que gane esta Copa creo que puede ganar el Mundial», analizó el histórico lateral, que fue campeón del torneo en 1997 y al año siguiente no pudo alzar la Copa en Francia.

«La Copa Confederaciones es una de las competiciones más importantes antes de la Copa del Mundo. Sirve para conocer los estadios, las selecciones, las hinchadas que después verás al año siguiente», destacó Cafú, quien dijo que ante la ausencia de Brasil hinchará por Rusia. El anfitrión será justamente este sábado el encargado de abrir el nuevo torneo ante Nueva Zelanda.

Su compatriota Lúcio, que fue campeón de la Confederaciones en 2005 y 2009, cree que «es una coincidencia» que el campeón del torneo no haya podido levantar después el título mundial. «No es fácil ganar los dos torneos consecutivamente», reconoció a dpa el defensor, que señaló a Portugal y Chile como principales favoritos. Para saber si la «maldición» continúa o no, sin embargo, habrá que esperar hasta 2018.