«Encuentro algo genial en mi carrera poder pelear por grandes títulos y estar en la Champions League», se ilusionaba Tom Starke en su primera entrevista como futbolista del Bayern Múnich en mayo del 2012.

Nadie podrá negar que su paso por el equipo más poderoso de la Bundesliga es exitoso y que durante éste ha absorbido conocimientos de entrenadores como Carlo Ancelotti y Josep Guardiola. Sin embargo, ni siquiera él imaginaba que en 5 años apenas tendría la oportunidad de atajar en siete ocasiones.

Su poca participación en el arco no sólo se debe a la vigencia de Manuel Neuer, arquero titular, sino que además los distintos cuerpos técnicos que pasaron por la institución han optado por arqueros como Pepe Reina y Sven Ulreich, cuando el alemán de 31 años se lesionaba.

Antes de fichar para el Bayern Múnich, Starke acumulaba 198 partidos en primera división, es decir que en 17 años de carrera tiene un promedio de casi 12 encuentros por temporada.

Pero en cuanto a títulos, el portero ya suma 13 vueltas olímpicas -cifra que muchos futbolistas añoran alcanzar-. Cinco Bundesligas, 3 Copas de Alemania, 2 Supercopas de Alemania, una Champions League, 1 Supercopa de Europa y 1 Mundial de Clubes, brillan en la vitrina del hombre que defendió la valla del seleccionado Sub 21 alemán entre 2002 y 2004.

Por su parte, los aficionados del conjunto bávaro no guardan en su memoria atajadas históricas o actuaciones formidables del portero, aunque difícilmente olvidarán una jugada muy particular. El 13 de abril de 2013, el Bayern Múnich goleó 6 a 1 al Nuremberg y Starke le tapó un penal a Timmy Simons. Lo curioso, fue que el arquero alemán atajó el disparo con su rostro.