La derrota ante el Villarreal no fue la única mala noticia de la noche del martes para el Atlético. Yannick Carrasco cayó lesionado y estará unas dos semanas de baja por un esguince en la clavícula derecha y Diego Simeone podría ser sancionado con hasta cuatro encuentros después de que el árbitro Iglesias Villanueva recogiera una incidencia en el acta.

“Una vez finalizado el partido, se dirigió a mi árbitro asistente nº1 apoyando ambas manos sobre sus hombros desde atrás, recriminándole la necesidad de haber añadido más tiempo al partido”, escribió el colegiado gallego, cuya actuación no gustó nada en el Vicente Calderón.

La última protesta, la que llevó al Cholo a dirigirse al juez de línea, llegó en la última jugada del choque. Iglesias Villanueva, que había dado tres minutos de prolongación pese a las reiteradas pérdidas de tiempo del conjunto castellonense, había señalado una falta de Bakambu, que tras el pitido continuó con el balón y lo desplazó, lo que provocó el enfado de los jugadores rojiblancos y la amonestación para el congoleño. Cuando Gabi colgó el balón, el árbitro no dejó que llegara al área, señalando el final del partido.

Cuando se dirigía al vestuario, Simeone paró junto al asistente para recriminarle esa acción y tras comunicárselo al colegiado, éste lo recogió en el acta, lo que podría suponer una sanción de hasta dos encuentros para el entrenador del Atlético de Madrid, aunque según la Cope, la acción podría ser considerada más grave y ascender hasta los cuatro encuentros de suspensión, por lo que no volvería a sentarse en el banquillo en lo que queda de Liga.