El delantero croata de la UD Las Palmas Marko Livaja estuvo el pasado domingo, ante el Alavés, apenas cuatro minutos sobre el terreno de juego. Los transcurrieron desde el 82 en que sustituyó a Kevin Prince Boateng hasta el 86.

Y estos cuatro minutos le costaron cinco partidos de suspensión, con los que le castigó el Comité de Competición en su reunión de este miércoles. Porque en ese minuto 86 el colegiado del encuentro, el andaluz Munuera Montero, expulsó a Livaja con roja directa por “dar una patada a un adversario,estando el balón en juego, con el uso de fuerza excesiva”. Por esta acción, el Comité lo castigó con un partido, por juego violento.

Pero el acta arbitral recogía también que “una vez expulsado, (Livaja) me lanzó un empujón sobre mi hombro izquierdo”. Por esta acción, el Comité castiga al croata con cuatro partidos de suspensión, en aplicación del artículo 96 del actual Código Disciplinario, que recoge las sanciones por ‘producirse con violencia leve hacia los árbitros’. La sanción por este motivo oscila de los cuatro a los 12 partidos; al no tener antecedentes, a Livaja se le aplicó la mínima.

En resumen, el delantero de 23 años ha dicho ya adiós a la temporada, porque estos cinco partidos de sanción, salvo que sean reducidos por Apelación, caso más que improbable, le impedirán volver a vestirse de corto hasta el próximo curso.