Claudicó el City en Wembley para despedir una temporada agria, cuyas expectativas se han ido desvaneciendo con el paso del tiempo, lejos de cumplir las pretensiones de una masa social que se entregó a Guardiola para soñar: “El mayor reto es jugar bien”, aseguró el catalán en su presentación, allá por el mes de julio. No prometió el éxito, más bien unas herramientas y una identidad para llegar a unos títulos que se han alejado definitivamente después de que el Arsenal le arrebató la posibilidad de llegar a la final de la FA Cup.

Aceptaron desde el inicio, tanto Txiki Begiristain como el jeque Al Mansour, que las conclusiones sobre el proyecto no podrían extraerse tras el primer año de Pep, a pesar de los más de doscientos millones de libras invertidos. Sinónimo de margen para el técnico del cuadro celeste, que por primera vez en los banquillos finaliza un curso sin levantar ningún trofeo: “No tenemos la historia de otros equipos, pero quiero que mis jugadores se crean lo buenos que son”, reitera a menudo, tratando de justificar la adaptación a una nueva idea sin desmerecer a su plantilla: “Estoy muy orgulloso de tenerlos”, explica Guardiola, obligado a introducir matices de cara al futuro.

Eliminado de la Champions en octavos de final por el Mónaco y en la misma ronda de la EFL ante el United de Mourinho, el City puso ayer de forma figurada el punto y final a una campaña irregular, con instantes tan brillantes como la ineficacia que les ha definido en ambas áreas, muy débil en la propia y excesivamente dócil en la rival: “Es nuestra asignatura pendiente”, explica Guardiola, que en verano someterá al equipo a cambios.

El técnico del City tendrá que lidiar con mucho trabajo en dos meses, cuando expiren los contratos de Navas, Touré Yaya, Zabaleta, Clichy, Sagna y Caballero. Apostar por la continuidad de unos u otros, decidir qué hacer con los futbolistas cedidos -Hart, Mangala, Nasri o Bony-, con los que no parece contar, y estar atento a posibles salidas inesperadas. A pesar del protagonismo y el cambio de actitud de Agüero en los últimos compromisos, el ariete argentino dejó una puerta abierta a su salida, coincidiendo con el debut y las buenas vibraciones que transmitió Gabriel Jesus a su llegada.

En el capítulo de entradas, Guardiola necesita reforzar los laterales, potenciar el sistema defensivo y una alternativa en el caso de que Agüero decida irse del club. Alexis Sánchez, uno de los nombres propios de la Premier, es quien suena con más fuerza y es del agrado de Pep, obligado a cambiar la dinámica después de cerrar un año en blanco. El futuro solo puede ser mejor.