A Leo Messi no hay quien le tosa y cualquier comparación acaba cayendo en el más grande de los ridículos para quien la hace. ‘D10s’ es el mejor jugador del mundo entre otras cosas, porque cuando le toca jugar en el estadio del gran rival, lejos de arrugarse o esconderse, firma una exhibición que nunca nadie podrá ni siquiera igualar.

Y si las comparaciones, en este caso con Cristiano Ronaldo, se sustentan en la capacidad goleadora del portugués, dejan de tener sentido cuando el argentino saca el fusil en todo un Santiago Bernabéu y marca un doblete que no hace más que engrosar su leyenda. Messi no pudo escoger un mejor escenario posible para alcanzar la estratosférica cifra de quinientos goles con la camiseta azulgrana. Conseguidos con todos los registros: goles de velocidad, de pillería, de inverosímiles acciones personales… incluso con el corazón, como aquel Mundial de clubs de 2009.

Quinientos goles son una barbaridad, y más si entre ellos hay 103 dobletes como el de anoche, pero es que llegarán muchos más porque esta temporada las cifras de Messi, lejos de disminuir, aumentan. Y es que ya ha logrado en la Liga 31 ‘dianas’, lo que le permite destacarse no tan solo en el ‘Pichichi’, sino también en la Bota de Oro. Y todavía le quedan cinco partidos para batir registros de otra galaxia, cinco partidos en los que además el Barça se jugará la Liga cuando parecía que la tenía perdida.

Y sí, Messi es también el máximo goleador de los clásicos contra el Real Madrid, por si a alguno le quedaba alguna duda. Ayer, superó a Raúl González en goles marcados en el Bernabéu cuando los dos máximos rivales están en el césped. Suma ya diez tantos, uno más que el que fuera mito del madridismo. Y si lo miramos de una manera global, es decir, clásicos en el Camp Nou y en el Bernabéu, la cifra se dispara a los 23 goles. No se empeñen, no hay nadie como Messi, tampoco de cara al gol.

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