Un afortunado gol de rebote que vale su peso en oro. Eso es lo que ocurrió en el Chernomorets-Stal Kamianske del pasado sábado correspondiente a la Premier ucraniana.

Un defensa del club de Odessa trató de cortar el avance del visitante Denis Vasin con tanta mala fortuna que el balón que despejó dio contra el cuerpo de su rival y el balón se marchó directamente hacia su propia portería.

Fue el único tanto que hubo en el partido y que dio el triunfo al Stal en Odessa. Sin duda, el gol más afortunado del año.