Alexandre Lacazette fue uno de los grandes protagonistas de la jornada de Europa League. El futbolista del Lyon metió un verdadero golazo con el que su equipo derrotó 4 a 2 a la Roma por la ida de los octavos de final.

Sí, golazo con todas las letras. Le quedó picando en la puerta del área y le rompió el arco al brasileño Alisson. Pero lo más curioso fue cómo lo festejo: se quedó quieto, inmóvil, con una terrible carita de enojo y no se inmutó.


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