Zlatan Ibrahimovic no traga al Arsenal. Y más concretamente a Arsène Wenger. Y el otro día, después de la Copa de la Liga inglesa (EFL), el delantero sueco aprovechó la ocasión de la consecución del título por parte del Manchester United para lanzar un ‘dardo’ envenenado al cub ‘gunner’. La razón de la ira del ariete se remonta al año 2000.

Arsène Wenger quiso hacerle una prueba a Zlatan (35), atraído por le envergadura y potencia del sueco, que entonces tenía solamente 16 años y estaba en las categorías inferiores del Malmö de Suecia. Ya apuntaba maneras. No solo futbolísticas… Lo contó años atrás el propio jugador: “Arsène me dio la famosa camiseta roja y blanca con el nº 9 y el nombre impreso de Ibrahimovic y yo estaba tan contento que incluso me hice una foto”, empieza diciendo.

“Fue un momento fantástico para mí. El Arsenal era un gran equipo entonces así que esperé a que (Wenger) me convenciera para fichar. Pero ni siquiera lo intentó. En realidad nunca me hizo una oferta seria. Es más, me dijo que quería ver lo bueno que era, que me sometiera a una prueba. No me lo podía creer. Yo pensé: ‘No, Zlatan no hace pruebas’”. “Pensé: ‘¿Me conoces o no? Porque si no me conoces no puedes quererme”.

Y añade: “Desde joven creo mucho en mí mismo. Sé que otros jóvenes hubiera accedido a hacer las pruebas, pero yo no. Yo sabía que no era solamente el Arsenal el que me quería. También la Roma y el Ajax. Así que le dije ‘no’ y, al final firmé por el Ajax. Fue la elección perfecta”.