El PSG pagó la resaca de su exhibición europea frente al Barça y no pudo pasar del empate sin goles ante el Toulouse. El vigente campeón desaprovechó el tropiezo del Mónaco, que sigue líder con tres puntos de ventaja sobre el equipo de Unai Emery y del Niza. El conjunto parisino fue la antítesis del que goleó al Barça el pasado martes en la Champions.

La ausencia de Di María, reservado por unos problemas musculares, le quitó imaginación y capacidad de sorpresa y su centro del campo, inicialmente sin Verrati, estuvo espeso y lento. Casi nunca pudo imponer su mayor calidad sobre un atrevido Toulouse, que jugó sin complejos ante un equipo que venía con la autoestima por las nubes.

Aunque el conjunto parisino llevó el peso del partido y trató de llegar a la portería rival a través de su juego entre líneas, lo cierto es que apenas consiguió inquietar en el área contraria. Un par de incursiones de Lucas Moura por la banda derecha provocó cierto descontrol en la defensa occitana pero nunca pasaron de ser unos leves sustos.