Era la primera vez que se sentaba Pep Guardiola en conferencia de prensa después de la debacle del Barça en el Parque de los Príncipes. La pregunta, en este sentido, era obligada. La esperaba el técnico del City, para nada ajeno a lo que les sucedió a los futbolistas de Luis Enrique: “Siguen siendo el mejor equipo del mundo. Es normal que se comenten cosas estos días, pero han dominado en el fútbol durante la última década y esperan que baje el escalón”, afirmó el de Santpedor, que no dio por sentenciada la eliminatoria: “Si un equipo puede remontar ese es el Barça. Mi consejo es que no les critiquen mucho porque volverán”, desafió un Guardiola convencido de lo que estaba diciendo.

En la Ciudad Condal precisamente operaron ayer a Gabriel Jesus de la fractura que sufrió en el quinto metatarsiano del pie derecho. La intervención fue a cargo del doctor Ramón Cugat, recomendado personalmente por Pep: “Fue bien, lo importante es que se recupere. No sé si llegará para el final de la temporada”, apuntó el preparador del cuadro celeste, a quien le insistieron por el papel de Agüero ante la ausencia del brasileño: “No tengo dudas de su calidad. Tiene que hacer lo que ha hecho durante el resto de su carrera. Nada más”, confirmó Guardiola, que en ningún caso pide que realice las mismas cosas que Gabriel Jesus.

El City juega este fin de semana frente al Huddersfield en los octavos de final de la FA Cup. Un compromiso en el que anunció “cambios”, aunque no concretó si Bravo regresará bajo palos: “Lo decidiré mañana”, esquivó el catalán, que valoró la temporada de Aaron Mooy, el futbolista australiano del City cedido al club de la Championship: “Está haciendo una gran temporada. Veremos lo que decidimos al final. Lo importante es que siga cogiendo confianza”, en un equipo que lucha por subir a la Premier League: “Son muy intensos por lo que les vi en su partido frente al Leeds”, avisó un Guardiola que atendió relajado, sonriente, mucho más aliviado por la recuperación progresiva del Manchester City.