Sede de dos finales de Mundiales y de ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos, al Maracaná hace rato que nadie lo cuida. Su campo de juego está en pésimo estado y ahora le cortaron la luz por falta de pago.

El mítico escenario se quedó sin suministro eléctrico, por tener facturas impagas desde octubre que ascienden a más de 900 mil dólares.

La compañía eléctrica Light confirmó el apagón y que existen dos culpables: los organizadores de Río de Janeiro 2016 -que deben más de 500 mil dólares- y los actuales propietarios, un consorcio liderado por la investigada constructora Odebrecht, que tiene que abonar casi 400 mil.

El Comité Organizador de los Juegos de Río tuvo el control del estadio entre septiembre y octubre y está negociando su parte, pero según la concesión actual no entregaron el complejo como debían, y por eso no quieren saber nada con tomar posesión nuevamente, pese a que fueron obligados por el Tribunal de Justicia del Estado de Río de Janeiro.