La delegación del club Chapecoense debió cambiar sus planes de vuelo a Colombia por una decisión de la autoridad de la aviación brasileña, que le impidió desplazarse a Medellín en un vuelo chárter, por lo que debió embarcar en un avión comercial que se ha estrellado esta madrugada poco antes de llegar a Medellín.

Cambiar de avión y partir desde Sao Paulo dos horas después de lo previsto por los directivos del club del estado sureño de Santa Catarina fue el comienzo de una tragedia: 76 muertos y cinco supervivientes, según ha informado la Policía Nacional de Colombia.

El club brasileño, clasificado hace ocho días para jugar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional colombiano, pretendía viajar este martes a Medellín en un vuelo fletado, que no fue autorizado por la Agencia de Aviación Civil (ANAC) de ese país.

Los directivos alteraron entonces la programación del ‘Verdao del Oeste’ e hicieron conexión a Colombia desde el Aeropuerto Internacional Viru Viru, en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra en un vuelo de la aerolínea LaMia.

La aeronave tipo RJ85 y matrícula CP2933, con 9 tripulantes y 72 pasajeros era esperada en el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Rionegro a la medianoche (05.00 GMT del martes).

Testigos y autoridades locales señalaron que el aparato se precipitó en el sector Cerro El Gordo del municipio de La Unión, en el Oriente del departamento de Antioquia, cuya capital es Medellín.

Los jugadores del Chapecoense, que dirige Caio Júnior, se habían resignado a llegar esta madrugada al hotel y entrenarse sólo este martes, en el estadio Atanasio Girardot, sede del partido de ida de la final, el compromiso más importante que había alcanzado el equipo en su historia de 43 años.

El presidente del Atlético Nacional, Juan Carlos de la Cuesta, se ha declarado consternado con la noticia y junto con otros directivos se ha desplazado al lugar del accidente.