Messi es una máquina detrás de su cara de nene bueno. Corre con las piernas y la cabeza. Desde ese punto, mientras que algunos piensan que el atardecer de la carrera de Leo será cuando no pueda volar con la pelota en los pies, Jorge Valdano aporta otra mirada. “El límite de Messi no es físico sino mental. El bajará su nivel cuando decida hacerlo. Aunque vaya despacio, él siempre será decisivo hasta que la voluntad se lo permita. En el Camp Nou, ante Manchester City, no corrió ni siete kilómetros, contra los diez u once de sus compañeros. Y eso le bastó para hacer tres goles, provocar un penal y asistir a Neymar en el cuarto”.

Valdano, además de teorizar, sacó el paraguas para defender a Leo de las críticas -que cada vez se escuchan menos o quedan más en ridículo- en la Argentina. “No hay que olvidarse de que cuando era joven tuvo la oportunidad de jugar para España, con varios jugadores del Barcelona a los que conocía muy bien, pero Messi escuchó sus sentimientos y se inclinó por la camiseta de su Selección”, dijo a France Football. Y no se la quiso jugar en cuanto a quién ganará el Balón de Oro.