Después de ya seis años Howard Webb rompió el silencio, lo sucedido en el Soccer City de Johannesburgo pasó a la historia. La patada de Nigel De Jong a Xabi Alonso ha sido uno de los episodios más brutales de una final de Copa del Mundo.

Era el duelo entre España y Holanda, en una jugada dividida por la mitad de la cancha De Jong aplicó una patada brutal a Alonso en el pecho, dejándolo tendido en el piso. Para asombro de los que estaban ahí y de los más de 500 millones de espectadores a nivel mundial, Webb solo le mostró la amarilla.

Esta jugada marcó la carrera del ya retirado árbitro que ha decidido contar o explicar el porqué de su decisión en un libro llamado «El Hombre en el Medio». Este extracto fue publicado por el diario inglés The Times y dice lo siguiente:

“Xabi Alonso cabeceó un balón hacia David Villa y en ese momento De Jong chocó contra él. En ese momento, yo estaba justo detrás de Alonso, a diez yardas, por lo que no vi el punto exacto de impacto. Yo sabía que había sido una entrada a destiempo, contundente y merecedora de sanción. Ninguno de mis ayudantes me dijo nada por el comunicador por lo que mostré una amarilla por aquello que vi con mis ojos. Con la mano en el corazón, nunca se me pasó por la cabeza que era roja. Estaba convencido de que era tarjeta amarilla”.

“Cuando saqué la amarilla vi una furiosa reacción de los españoles, tanto dentro como fuera del campo. Yo pensaba que estaban cabreados por la dureza física que estaban mostrando los holandeses. Incluso pensé que era porque no había aplicado la ley de la ventaja en el cabezazo de Xabi hacia Villa”.

“Nunca me he sentido intimidado por el escenario ni por el partido, y nunca he sentido ninguna presión por la FIFA para que no echara a jugadores”.

“No fue hasta el medio tiempo cuando me di cuenta de que a entrada de De Jong podía haber sido roja. Me sentí muy fastidiado. Creí que había fallado en una final de un Mundial. ¡Qué puta pesadilla! Volví al campo con la cabeza dándome golpes y el corazón palpitando fuerte”, mencionó.