Neymar desplegó talento y varios bolivianos no se lo bancaron: le fueron a pegar, lo pecharon y en el PT, tras dos foules seguidos, reaccionó con un pelotazo a un adversario en el piso. Luego se pechó con un rival que le pegó y el referí colombiano Lamouroux le sacó una amarilla.

Pero la peor fue en el segundo tiempo, Duk, el 18 de Bolivia, le metió una mano al pasar y lo «noqueó». Le sacó sangre por ese codazo, tuvo que ser atendido en pleno césped y después le reclamó al juez. Luego de recuperarse tras dos minutos y mientras intentaban que no sangrara más, salió caminando, algo cabizbajo, y fue reemplazado. Y se retiró aplaudido por todo el estadio. Había cumplido el ídolo, que se sigue ganando a la torcida a puro fútbol.

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