Hoy a las 16h00 se acaba el análisis, once jugadores ecuatorianos disputarán una ‘final’ ante Chile por las Eliminatorias Sudamericanas. Obtiene este calificativo porque existe ya la urgencia de sumar puntos en un torneo tan apretado como este. Donde cada tropiezo o victoria puede costar el triple, donde puedes pasar de héroe a villano (o viceversa) en cuestión de una sola fecha.

La selección ecuatoriana no llega bien a este partido, los resultados previos lo dicen (1 de 12 puntos en 2016) hizo que se vaya al traste aquel mágico inicio de campaña el año pasado cuando teníamos el puntaje perfecto. Mientras que Chile arribó a tierras ecuatorianas con la misión de sacar un buen resultado y escalar a zona de clasificación.

Ahora, se deben tener en cuenta varios factores antes de un partido como este:

Acabar con la excusa de la altura: Ya se ha dicho, entre ellos algunos jugadores de la Tri, que les cuesta un poco más desenvolverse en la altura pero Quito es la sede y le va a pesar a ambas selecciones, si Ecuador presenta un mejor nivel de juego este tema pasará al olvido. Así de simple.

Recuperar la confianza: Luego de irse con cero puntos de seis posibles el mes pasado (con un repaso de Brasil incluido) se requiere que los jugadores vuelvan a tener esa confianza en su juego. Algunos la han perdido un poco porque no son titulares en sus clubes como por ejemplo varios ‘foráneos’.

Apoyo no va a faltar: El público se va a hacer sentir en el Atahualpa y en todo el país detrás de sus televisores empujando a los jugadores por el triunfo, así que deben salir motivados.

Habrían nombres nuevos y del medio local: Como ya se ha venido mencionando al parecer tendríamos cambios en la portería con Dreer, Caicedo en la defensa y Orejuela en el mediocampo. Hombres que juegan en el torneo local.

Los tres puntos a como de lugar: Concentración al máximo, la victoria es vital para volver a recuperar el sendero. Un 1-0 vale igual que un 2-0 en adelante. Lo importante es el resultado, algo que demostraría un progreso de la Tri tras un año muy bajo.