La salida de los jugadores de la Ciutat Esportiva acostumbra a estar rodeada de aglomeraciones y agobios por la amplia presencia de aficionados. Así ocurrió este domingo al término del entrenamiento de este domingo cuando André Gomes no se dio cuenta de la marcha lenta de Luis Suárez, quien frenó ligermante para no llevarse por delante y su vehículo acabó chocando con el del uruguayo. Fue un golpe leve y sin mayor importancia al que los propios jugadores restaron importancia.

Gomes conducía su Audie de color blanco, meintras que Luis Suárez estaba al volante de uno gris y se despistó ligeramente. El luso estaba más pendiente de las instrucciones de uno de los miembros de seguridad que de la conducción de Suárez y le golpeó sin darse cuenta de que Luis había detenido su vehículo.

Los jugadores se despidieron entre risas antes de afrontar dos días de descanso. El equipo vuelve el miércoles a los entrenamientos para preparar el partido del domingo en San Mamés en el que el Barça tratará de conseguir tres nuevos puntos para llegar con pleno de victorias al primer parón por los compromisos internacionales.