El Calderón pasó del éxtasis al disgusto en apenas un minuto y vio como el triunfo se le escapaba al Atlético de Madrid en el último suspiro después de marcar Gameiro de penalti cumplido el minuto 90 por derribo de Víctor Laguardia a Fernando Torres.

Pero el Alavés no desistió de su empeño y dos minutos más tarde, ya en el descuento, Manu García se sacó un zapatazo desde fuera del área que entró ajustado al palo de la portería rojiblanco. Fue el primer disparo con peligro de todo el partido para los blanquiazules y le valieron llevarse un merecido punto para Vitoria.

El equipo de Simeone hizo suficientes méritos en forma de ocasiones de gol para llevarse el triunfo pero el Alavés tuvo oficio para estar bien cerrado atrás y salir al contragolpe, aunque nunca tuvo de una ocasión clara más allá de la del gol para ponerse por delante en el marcador.

Todo lo contrario que los rojiblancos que dispusieron de muchas ocasiones, sobre todo en la segunda parte para deshacer la igualada. Pero el portero del Alavés, Fernando Pacheco estuvo inmenso en los minutos finales, aunque nada pudo hacer en la pena máxima lanzada por Gameiro, que marcó en su estrenos liguero con el Atlético.